Líderes religiosos se niegan a seguir rezando por España

Hartos de rezar "por España".

"Es que llevamos así varios años" ha dicho el mismísimo lider de la Iglesia Católica el Papa Francisco "y no hay resultados, no se como lo hacen los españoles para estar cada vez peor".

Y es que al parecer, distintas confesiones religiosas que irían desde la tradicional Iglesia Católica hasta pequeñas congregaciones de santería cubana, venezolana o el candomblé brasileño pasando por el Islam o diversas confesiones reformistas protestantes, llevan años rezando "para que a España le vaya mejor", según afirma el lider suní Abdel Hadi "y no es que lo diga yo, se lo pueden ustedes preguntar a los mormones, al papa o a cualquier chamán amazónico".

Fue el propio Sumo Pontífice, el Papa Francisco el que mostró claramente su artazgo "rezamos, rezamos y rezamos por un futuro mejor para España pero hasta los milagros de Dios tienen límites, no puede luchar contra ese afán suicida de los españoles empeñados en tirarse por el barranco".

Peter Streambaker, líder de los mormones, ha manifestado también su pesar al respecto al explicar de forma resumida la situación de España donde "un grupo político corrupto y sentenciado por ello pretende desalojar a otros como ellos del poder, todo ello mientras lo ayudan unos demagogos oportunistas vestidos de púrpura que llevan años mintiendo a los ciudadanos con el beneplácito de muchos de ellos, y mientras, otro grupo, idéntico a los anteriores, trata de lograr el poder a base de echar napal naranja por todos los lados "No tienen ustedes remedio", ha sentenciado Streambaker.

John Westforester, erudito de la Iglesia Anglicana, ha tratado de dejarlo meridianamente cláro al aseverar que "los milagros de Dios, aunque sea Todopoderoso, tienen límites, si todos se oponen a su misericordia él poco puede hacer, y en España es aún peor, los españoles están llevando al límite una alocada carrera hacia su autodestrucción".

Así las cosas, los líderes de distintas religiones que en el mundo existen exhortarán a sus feligreses para que dejen de rezar por un imposible futuro más halagüeño para España y lo hagan "por cosas más llevaderas para Dios" como podría ser la consecución de una paz duradera para Oriente Medio.