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Angela Merkel podría estar "perdidamente" enamorada de Pedro Sánchez

La canciller alemana muriendo de amor por Pedro Sánchez

Fuentes fidedignas muy relacionadas con la cúpula del gobierno alemán aseguraron a nuestros corresponsales en Berlín que la canciller alemana, Angela Merkel, podría estar "perdidamente enamorada" del presidente español Pedro Sánchez.

"Fue un flechazo", explica una persona muy  allegada a la cancillería que prefiere permanecer en el anonimato "la primera vez que Angela se encontró con Pedro Sánchez ya dio muestras de un nerviosismo y falta de aplomo que no es en absoluto normal en ella". Y es que al parecer la canciller alemana tenía fama de dura en asunto de amores "ni Putin logró impresionarla, y eso que hasta le dirigió algunas palabritas subidas de tono pero nada, Angela enseguida lo puso en su sitio".

Con Pedro Sanchez al parecer no hizo falta gran cosa "es que incluso flujaba más de la cuenta en presencia del Sr. Sánchez, se notaba a leguas".

Tras la visita del presidente español no fueron pocos los subalternos del gobierno de Angela Mérkel que pudieron escucharle frases como "hay que ver lo guapo que es ¡qué diferencia con el insulso de Rajoy!" o también en alguna ocasión "¡esto es un hombre! no el barbudo idiota que venía antes".

La cúpula del gobierno alemán teme, por su parte, que la canciller pueda perder los papeles y hacer algún negocio o establecer algún tratado con España que pudiera ser perjudicial para el país teutón "nos da miedo que empiece a enviar la mano de obra barata que tenemos aquí para España por quedar bien y agradar al Sr. Sánchez, sin duda que este se aprovecharía de la situación y la aceptaría".

El corresponsal de Diario Minuto en Alemania logró ponerse en contacto con la canciller para preguntarle directa y valientemente por el asunto en cuestión, pero solo logró una escueta frase "¡Ay que cosas tienen ustedes! ¿yo enamorada como una quinceañera de ese pedazo de tío?", después observó como Angela Merkel se ruborizaba visiblemente antes de despedirse de nuestro corresponsal con una tímida sonrisa.

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