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Galicia: cambian la denominación de un arroyuelo por machista

Un tramo del siniestro arroyo

En el municipio de la Estrada, en la provincia de Pontevedra, existe desde tiempo inmemorial un pequeño arroyo conocido como "Regato de Matamulleres". El arroyo se encuentra muy próximo al casco urbano de la citada localidad pontevedresa, concretamente saliendo de la población dirección Lalín por la N-640.

Tras las reiteradas peticiones de diversos colectivos feministas gallegos, a día de hoy la Comisión que regula los casos de machismo y violencia de género de la Xunta de Galicia ha decidido cambiar la denominación de este riachuelo por otra más adecuada, pasando de este modo a denominarse "Regato das Mulleres Asasinadas e Violadas pola Violencia Machista" (Arroyuelo de las Mujeres Asesinadas y Violadas por la Violencia Machista), como recuerdo al sufrimiento padecido en el lugar por numerosas mujeres.

En el citado riachuelo, se dieron cita para conmemorar el acto diversas representantes del colectivo feminista gallego que ven con buenos ojos el cambio de denominación del pequeño curso fluvial, según palabras de la presidenta del colectivo Carmen Saraibas Outoniño "es una vieja reivindicación para luchar contra la violencia machista, y hora era de que se cumpliese, a pesar de las zancadillas que durante estos años nos ha puesto el patriarcado dominante".

Nuestros reporteros pudieron conversar in situ con algunas de las mujeres que habitan en la zona desde siempre y en general manifestaron su indiferencia ante el cambio de denominación, si bien algunas mostraron su disconformidad alegando que el nombre del "regato" no venía dado por que en él se asesinasen mujeres en el pasado, sino más bien por el viejo y conocido "aquí te pillo, aquí te mato". Según Diosinda Carbia, vecina de la zona "buenas alegrías nos dimos ahí más de cuatro al volver de las fiestas" explicaba con sonrisa pícara.

Carmen Saraibas, presidenta del colectivo de feministas gallegas, mostró su disconformidad cone estas tesis "no me persigno porque soy atea" dijo, para posteriormente explicar que estas creencias populares "venían dadas por el opresor sistema patriarcal".
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